CONSUMO RESPONSABLE

¿Se ha convertido el consumismo en una nueva religión?
En primer lugar, podemos entender como consumo a la acción y efecto de consumir o gastar, sean productos, bienes o servicios, por ejemplo la energía, entendiendo por consumir, como el hecho de utilizar estos productos y servicios para satisfacer necesidades primarias y secundarias.

Sin embargo, el abuso y el consumo masivo ha dado lugar al consumismo y a la denominada sociedad de consumo. El consumismo es la compra o acumulación de bienes y servicios considerados no importantes. Cierto número de individuos pueden desarrollar un trastorno de compra compulsiva. Para aquellos que desarrollan este trastorno acto de adquirir productos y servicios que están al alcance de los consumidores y usuarios, se convierte en un acto de abusar.  

Una de la consecuencias del consumismo a nivel Global es el daño sobre el equilibrio ecológico en su totalidad ya que actualmente existen muchos problemas relacionados con el excesivo consumo de recursos naturales que se hace a nivel mundial así como el que los procesos de producción en su gran mayoría generan contaminación y también tiene importantes consecuencias a nivel social, frecuentemente se ayuda a la mala distribución de la riqueza, ya que los consumidores son por lo general de un nivel socioeconómico inferior que los dueños de las compañías generadoras de los productos objetos de consumismo.

Por todo esto, podemos afirmar que el consumismo es injusto, insolidario y deshumanizador. Es injusto e insolidario tanto con respecto a la mayoría de la humanidad, que no tiene acceso a bienes y servicios esenciales, como con respecto a las generaciones futuras, que se encontrarán con una naturaleza agotada y contaminada por las ansias consumistas de sus precedentes.
 Por ello, hay alternativas a algunos de los problemas del consumismo como son el desarrollo sostenible, el ecologismo, el decrecimiento y el CONSUMO RESPONSABLE.

Consumo responsable es un concepto que defiende que los seres humanos deben cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y a las del planeta, y escogiendo opciones que favorezcan el medio ambiente y la igualdad social. Nos hemos acostumbrado a usar y tirar. La publicidad nos bombardea con anuncios cuyo objetivo es hacernos engranajes de un sistema que reduce a las personas al papel de consumidores sumisos. 
Para no caer en la trampa del consumismo, podemos tener en cuenta una serie de consejos para el consumo responsable: 
  • Ser ecologista y evitar la contaminación.
  • Antes de comprar algo, reflexionar detenidamente si realmente se necesita comprarlo o si se está siendo guiado por la publicidad.
  • Al decidir comprar algo, averigua muy bien de qué materia prima se fabrica, de qué manera su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si genera algún daño o injusticia social.
  • También considera el impacto al ambiente y al entorno social (especialmente el cercano a ti) que tiene el uso de lo que piensas comprar.
  • Al comprar algo, considera también el impacto causado por los residuos y la basura que genera.
  • Evita los productos descartables, si no son estrictamente necesarios.
  • Rechaza las bolsas de plástico que dan en supermercados y comercios. En lo posible, al hacer una compra, lleva tus propias bolsas de tela, de papel, de cartón, o incluso las de plástico usadas anteriormente hasta que sean inservibles.
  • Compra el contenido y no el envase. Muchas veces se paga más por todo lo que implica la fabricación y la eliminación de los envoltorios, que se tiran directamente a la basura, que por el contenido.
  • Recicla antes que comprar, muchas de las cosas que están para tirar se pueden volver a utilizar de otras maneras y formas (usa tu imaginación).
  • Evita las comidas baratas y los productos muy envasados. Las fiambreras y los tarros de cristal son una forma más ecológica que guardar los alimentos en plástico y aluminio.
  • Dar prioridad a productos con envases retornables o reutilizables.
  • Si utilizas artículos desechables, que sean de materiales compostables, biodegradables o, en todo caso, reciclables. Por ejemplo platos, vasos, cubiertos, bolsas, bolígrafos desechables de materiales compostables, como bioplásticos, en lugar de plásticos.
  • Apagar todo cuando no lo necesites.
  • No encender la calefacción cuando no la necesites.
 ¿Y tú? ¿Eres un consumidor responsable?

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