La contaminación del agua

¿Te has parado a pensar cuántas veces al día utilizas el agua? Cuando te duchas, cuando riegas tus plantas, cuando pones la lavadora o el lavavajillas, o cuando bebes. Son solo algunos ejemplos que ponen en evidencia la importancia del agua en nuestro día a día. ¿Eras consciente?


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El agua es el elemento más importante para la vida. Es de una importancia vital para el ser humano, así como para el resto de animales y seres vivos que nos acompañan en el planeta
Tierra. Estamos hechos, sobre todo, de agua. En realidad, al nacer, un bebé tiene hasta un 80% de agua en su cuerpo; en las mujeres adultas el porcentaje es de entre un 55 y un 60%, y en los hombres adultos de un 60%. La deshidratación puede producir síntomas como mareos, dolor de cabeza, cansancio y nerviosismo y, en casos extremos, la muerte.

A simple vista podemos pensar que el agua está en los ríos, en el mar, en los embalses o en los pozos, pero lo cierto es que el agua cubre gran parte de la Tierra, pero solo el 2,53% es agua dulce, además, 2/3 del agua dulce está congelada en glaciares o en lugares con nieves perpetuas.

Junto con lo anterior, no podemos olvidar que existe un problema muy importante que afecta al agua y que es la contaminación, generalmente provocada por el ser humano, que la vuelve impropia o peligrosa para el consumo humano, la industria, la agricultura, la pesca y las actividades recreativas, así como para los animales. Aunque la contaminación de las aguas puede provenir de fuentes naturales, como la ceniza de un volcán, ​la mayor parte de la contaminación actual proviene de actividades humanas. No se sabe bien cuánta basura hay en nuestros océanos, pero se estima que cada año 10 toneladas de basura van a parar al mar. ¡La cifra no necesita más explicaciones! ¿Sabías que entre los elementos más contaminantes están los plásticos (bolsas y botellas, sobre todo)?

El agua está contaminada cuando su composición se haya alterado de modo que no reúna las condiciones necesarias para ser utilizada beneficiosamente en el consumo del ser humano y de los animales. En los cursos de agua, los microorganismos descomponedores mantienen siempre igual el nivel de concentración de las diferentes sustancias que puedan estar disueltas en el medio. Este proceso se denomina auto depuración del agua. Cuando la cantidad de contaminantes es excesiva, la autodepuración resulta imposible. Los principales contaminantes del agua son los siguientes:
  • Basuras, desechos químicos de las fábricas, industrias, etc.
  • Aguas residuales y otros residuos que demandan oxígeno (en su mayor parte materia orgánica, cuya descomposición produce la desoxigenación del agua).
  • Agentes patógenos, tales como bacterias, virus, protozoarios, parásitos que entran al agua provenientes de desechos orgánicos, que incluyen heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por bacterias aerobias.
  • Productos químicos, incluyendo los pesticidas, diversos productos industriales, las sustancias tensoactivas contenidas en los detergentes, y los productos de la descomposición de otros compuestos orgánicos.
  • Petróleo, especialmente el procedente de los vertidos accidentales.
  • Minerales inorgánicos y compuestos químicos.
  • Sustancias radioactivas procedentes de los residuos producidos por la minería y el refinado del uranio y el torio, las centrales nucleares y el uso industrial, médico y científico de materiales radiactivos.
  • El calor también puede ser considerado un contaminante cuando el vertido del agua empleada para la refrigeración de las fábricas y las centrales energéticas hace subir la temperatura del agua de la que se abastecen.
  • Vertimiento de aguas servidas. La mayor parte de los centros urbanos vierten directamente los desagües (aguas negras o servidas) a los ríos, a los lagos y al mar. Los desagües contienen excrementos, detergentes, residuos industriales, petróleo, aceites y otras sustancias que son tóxicas para las plantas y los animales acuáticos. Con el vertimiento de desagües, sin previo tratamiento, se dispersan agentes productores de enfermedades (bacterias, virus, hongos, huevos de parásitos, amebas, etc.).
  • Vertimiento de basuras y desmontes en las aguas. Es costumbre generalizada en el país el vertimiento de basuras y desmontes en las orillas del mar, los ríos y los lagos, sin ningún cuidado y en forma absolutamente desordenada. Este problema se produce especialmente cerca de las ciudades e industrias. La basura contiene plásticos, vidrios, latas y restos orgánicos, que o no se descomponen o al descomponerse producen sustancias tóxicas (el hierro produce óxido de hierro), de impacto negativo.
  • Vertimiento de relaves mineros. Esta forma de contaminación de las aguas es muy difundida y los responsables son los centros mineros y las concentradoras. Los relaves mineros contienen fierro, cobre, zinc, mercurio, plomo, arsénico y otras sustancias sumamente tóxicas para las plantas, los animales y el ser humano. Otro caso es el de los lavaderos de oro, por el vertimiento de mercurio en las aguas de ríos y quebradas.
  • Vertimiento de productos químicos y desechos industriales. Consiste en la deposición de productos diversos (abonos, petróleo, aceites, ácidos, soda, aguas de formación o profundas, etc.) provenientes de las actividades industriales.
  • Ruido de construcciones marítimas, barcos y pozos petroleros producen ondas sonoras no naturales que afectan la forma de vida de animales que se comunican por medio de la ecolocación como la ballena y el delfín.
En los últimos años se ha visto un gran deterioro del planeta. El ser humano ha avanzado en cuanto a Ciencia y Tecnología, pero como consecuencia muchos ecosistemas se han visto afectados por el avance del desarrollo humano. El agua es el único líquido vital, es decir, sin ella no podríamos vivir.
¿Merece realmente la pena pagar las consecuencias?
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